La Inquietante Josefina y su Perversa Manipulación de la Realidad / El Péndulo
Central Virtual de Noticias / Israel Guerrero de la Rosa.- Las denominadas campañas negras, son un elemento inherente a la política mexicana, por lo menos en los últimos 12 años. No obstante, la también denominada guerra sucia electoral, tenía un condimento positivo para nuestra democracia, la crítica, a través de la cual, la población podía conocer situaciones o acciones de sus candidatos que desconocía.
Es decir, daba la posibilidad de exhibir y/o difundir información sobre los contendientes que de otra forma no se pudiera podido conocer, lo que daba un ingrediente más para la valoración sobre los candidatos.
La posibilidad de sacar a la luz pública abusos de poder, acusaciones, señalamientos, incongruencias, o incumplimientos de promesas de los aspirantes a puestos de elección popular, permitía tener un panorama más amplio, más completo del personaje. A pesar de la urticaria que esto generaba en los políticos, sin duda esta práctica era y es necesaria a la luz del derecho a la información y de la transparencia.
En el actual proceso electoral, las redes sociales han potencializado la posibilidad de difusión y propagación de este tipo de información caracterizada por los sensibles de la política como guerra sucia, sin embargo, esta potencialización ha llevado también a la radicalización de esta práctica de información, a través de excesos aprovechados por los mismos políticos que se dan de golpes de pecho al sentirse puritanos. Este es el caso de la cúpula panista y del círculo cercano a Josefina Vázquez Mota, candidata blanquiazul a la Presidencia de la República, quienes presa de su desesperación, de una manera burda, prefieren malversar la realidad y manipular la información para enfrentar a sus oponentes.
Impotentes ante la caída de su candidata al tercer lugar en las preferencias electorales, Acción Nacional, voltea su mirada y lanzan spot´s que rayan en la calumnia, contra el denominado candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, para intentar recuperar el terreno perdido.
Visiblemente preocupados, los estrategas del PAN consideran que si la guerra sucia impulsada hacia el abanderado tricolor, Enrique Peña Nieto, pudo generarle pérdida de puntos en la preferencia electoral, también lo podrán hacer con López Obrador, y así evitar el catastrófico desenlace que implicaría que Acción Nacional después de 12 años en la máxima magistratura del país, ahora se ubicara como la tercera fuerza política.
Por ello, sin un mínimo de pundonor o decoro el cuarto de guerra de Josefina Vázquez Mota, decidió alterar de manera torpe, para un spot, una parte del mensaje del tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, pronunciado en la Plaza de las Tres Culturas, para presentar una frase contraria a lo que en realidad se dijo se dijo en ese mitin.
Más allá del propio mensaje y su alteración por parte del PAN para engañar a los electores, esta medida deliberada, muestra no sólo un reconocimiento implícito de que la panista está en tercera posición, sino que además su campaña sigue dando tumbos y se encuentra en declive, producto en gran medida de la mediocridad autoimpuesta por su amigo y coordinador de campaña, Roberto Gil Zuarth, desde el inicio de la contienda.
Es así que la cúpula panistas ante una candidata que no enciende emoción alguna, y una militancia dividida, confrontada y omisa, prefirieron olvidarse del diseño de propuestas que evitaran la caída que ha registrado Vázquez Mota y de la propia promoción de los logros del sexenio calderonista, y en vez de ello, están buscando reeditar la campaña electoral del 2006.
Y es que una estrategia plagada de errores busca sumar uno más con la alteración intencional de mensajes, lo que más que ayudarles exhibe la calidad ética y moral de la candidata panista y de su equipo cercano, riesgos que sólo se explican por la desesperación en la que se encuentran, no justificables, pero sí entendibles, ya que la posibilidad de remontar se observa cada vez más difícil y compleja.
Incluso hay panista, como el vicepresidente del Senado, Ricardo García Cervantes, que ya han señalo su malestar, porque la campaña de Vázquez Mota ha tenido que recurrir a prácticas tan deshonestas como descontextualizar o manipular mensajes para dañar al adversario.
No obstante, lo más preocupante de todo es la actitud de la propia candidata panista Josefina Vázquez Mota, y de su ineficaz coordinador de campaña Roberto Gil Zuarth quienes defiende lo indefendible, quienes no sólo justifican que mentir y manipular mensajes o discursos es correcto sino que lo presentan incluso como una obligación moral para revertir las tendencias y mostrar lo que ellos consideran es la realidad. Y esto finalmente es una clara expresión del abuso de poder y del fascismo del que son presa la candidata panista y su equipo cercano.
Basta analizar que si en estos momentos, como candidata Josefina y su coordinador de campaña avalan y defienden la manipulación de mensajes y alteran frases y declaraciones, qué no podrán hacer respaldados con el Poder del Estado, en el remoto caso de volviera Acción Nacional a ganar la Presidencia de la República, es decir, resulta sumamente preocupante que esta práctica que justifican ahora, la puedan utilizar aprovechándose del aparato gubernamental, para desacreditar, señalar falsamente o en el peor de los casos perseguir políticamente, enjuiciar o encarcelar a quienes consideran en su nublada realidad que representa una amenaza para ellos o simplemente a quienes no pudieran coincidir con su forma de pensar.
Imaginar que alguien que ante la adversidad recurre a prácticas como el engaño y el fraude para imponer su visión, es, sin duda, más que inquietante.
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